20/1/09

El mundo podría ser diferente. . .

Si tan sólo . . .
Dijéramos "buenos días" al llegar al trabajo con una sonrisa en los labios, y "buenas tardes" al finalizar el día con un apretón de manos.

Si tan sólo . . .
Viéramos al jefe como una persona cargada y cansada que necesita que oremos a Dios por él, y no como un gruñón y amargado.

Si tan sólo . . .
Resaltáramos las cosas positivas de los demás, en vez de señalarles todo el tiempo por las negativas.

Si tan sólo . . .
Aprendiéramos a ser pacientes unos con otros, soportándonos unos a otros.

Si tan sólo . . .
Nos alegráramos por las bendiciones que Dios le da a nuestro vecino, en vez de envidiarlo.

Si tan sólo . . .
Le extendiéramos la mano al caído sin recordarle que su caída fue el resultado de su desobediencia.

Si tan sólo . . .
Le permitiéramos a Dios llenar nuestro corazón de su amor, y así poder amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos.

Si tan sólo . . .
Deseáramos vivir en paz y armonía con nuestro prójimo, dejando que el amor de Dios eche fuera el odio, el rencor y la venganza.

Si tan sólo . . .
Los padres abrazaran a sus hijos y le dijeran que los aman, aunque tal vez no sean como ellos desean.

Si tan sólo . . .
Los hijos amaran y respetaran a sus padres, aún cuando no les complacen en todo como ellos quisieran.

Si tan sólo . . .
Los jóvenes aceptaran el consejo sabio del anciano, aunque el vocabulario de éste no sea moderno.

Si tan sólo . . .
El hombre entendiera que con Dios todo es posible, y que sin El estamos perdidos.

Si tan sólo . . .
Los gobiernos buscaran la sabiduría de Dios y su dirección al tomar decisiones, en vez de confiar en su propia inteligencia.

Si tan sólo . . .
Cruzáramos los puentes de la indiferencia, dejando a nuestro paso palabras de comprensión.

Si tan sólo . . .
Reconociéramos ante nosotros mismos que Dios nos hizo un ser especial, aunque nadie más lo reconozca.

Si tan sólo . . .
Fuésemos agradecidos por las bendiciones que Dios nos da, compartiéndolas con el necesitado.

Si tan sólo . . .
Nos quejáramos menos por lo que nos falta y diéramos gracias por lo que tenemos.

Si tan sólo . . .
Le diéramos a Jesús la oportunidad de llenar el vacío que hay en nuestro corazón, y que su Espíritu Santo nos guiara para que nuestra vida sea victoriosa.

Si tan sólo . . .
Deseáramos hacer de este mundo uno diferente, comenzando el cambio en nosotros mismos.

Si tan sólo . . .

por Misionerita CHL

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